Existen muchas cuestiones que llenan las conversaciones del día a día en cada reunión formal e informal que se precie. Parece que hablar de todo lo negativo que ocurre a nuestro alrededor se ha convertido en algo de lo que no podemos prescindir.
Hoy quisiera compartir con ustedes una historia de las que solemos hablar menos, y que he vivido desde cerca, cuyos protagonistas son dos personas que me van a permitir les cambie el nombre, Jose y Paqui.
Esta familia, como muchas otras, vivía desde hace unos años una situación económica complicada que se fue deteriorando con el paso de los meses. Ellos, como tantos otros, trabajaban y vivían al día con un salario digno que les permitía dar de comer a sus hijos y hacer frente a los pagos. No eran una familia de grandes riquezas económicas, pero tenían lo suficiente para vivir, y no se quejaban por nada o casi nada.
En los últimos meses, y después de muchos en desempleo, vivieron más endeudados que nunca, perdieron su casa y vivían sin ningún tipo de prestación ni subsidio, recurriendo como última opción a los Servicios Sociales de su Ayuntamiento y a otras entidades formadas por personas solidarias que hacen una gran labor: Cáritas, Cruz Roja, Banco de Alimentos… (Perdonen que nos las nombre a todas).
¿Por qué les cuento esto? Pues porque hoy precisamente ha sonado el teléfono, después de varios años en desempleo, Paqui tiene una oportunidad. Detrás de ella existen muchos meses de sufrimiento, pero sobre todo de confianza en que su situación cambiaría si ella y su marido no desistían. Siempre creyeron que a pesar de sus difíciles circunstancias la alternativa mejor para emplearse no era otra que no fuese la que implicase la búsqueda activa. Así es como diariamente se distribuían para visitar las web de empleo, se organizaban con amigos para repartir Currículums, se inscribían en cursos formativos, visitaban los recursos de empleo y establecían contactos que les ayudasen en la búsqueda. En su recorrido tuve la suerte de conocerlos y de vivir de primera mano todo lo que les cuento. Con ellos viví momentos de bajón, pero sobre todo me dejé contagiar por la actitud positiva para salir adelante. A pesar de la necesidad, seguían sin perder la esperanza de que un día sonase el teléfono, y detrás hubiese alguien que quisiera y pudiese darles una oportunidad como fruto de esfuerzo, sus ganas, su responsabilidad, su experiencia y dedicación. Y así ha sido. Siempre confié en ello.
Jose y Paqui son un claro ejemplo de que solo creyendo y siendo constante, llenando de actividad el día a día, formándose y teniendo una actitud positiva, todo llega. Y es precisamente ésta, aunque a veces decaiga, la que debe ser la protagonista de un proceso en el cual la meta a alcanzar sea lo que se espera. De Jose y Paqui he aprendido que de nada sirve derrotarse, aunque haya momentos de bajón, de nada sirve dar todo por perdido si aún existen posibilidades. Ellos, pese a sus circunstancias, creyeron en que su suerte cambiaría, pero no lo dejaron todo en manos del destino, ellos fueron tejiendo su propio camino. Aprovecharon el tiempo libre para estar más unidos, prescindieron de lo que no era tan importante, se apoyaron, se formaron… Nunca desistieron. Jose y Paqui lo consiguieron.
La vida está llena de etapas y procesos, unas son duras, otras lo son menos, a todas hemos de enfrentarnos, y de todas podemos extraer un aprendizaje. Este es un abrazo escrito a todos los que día a día y sea por el medio que sea nos trasmiten su difícil situación. A todos queremos animarles a que continúen y no desistan porque la oportunidad siempre está por llegar.
Mantenerse activo en el tiempo de desempleo es crucial para mantener la confianza en las propias posibilidades, en que la oportunidad llegará y en qué cuando eso ocurra podré aprovecharla porque ya estaré en el camino que me lleva a ella… Desde aquí a todos/as los que nos visitan, comparten y comentan a diario, y a ti especialmente que lees estas líneas, te ofrecemos nuestro apoyo, nuestra fuerza y mucho ánimo. Mantente activo, no desistas, es mejor vivir creyendo y teniendo la convicción de saber que lo que hoy haces es un pasito más en el recorrido que dará como resultado lo que quieres alcanzar.
Jose, Paqui, gracias por ser nuestro ejemplo!