Quizá mañana luzca otro sol, sople otro viento…
… y el 2015 emerja más justo ante los ojos de quien lo observe…
Tras verte caer, luchar, sentir, ganar… el 2014 se despide. Luce brillante, viste alhajas y joyas adquiridas con el trabajo duro de los últimos 12 meses… no agacha la cabeza como los cobardes, ha peleado la batalla hasta el último día: hábiles, festivos, laborales…
Te ha dado los BUENOS DÍAS al despertar,  deseando no tenerte en la noche por el festejo de alguna victoria.
No envidia la fortuna que traigan años venideros… te ha premiado con sus veranos y sus otoños, con sus alegrías y sinsabores… y tan sólo tuya ha sido la decisión adoptada ante él.
A veces te hemos sentido pequeño… cabizbajo, asustadizo… no es fácil encarar la guerra.
Y en ocasiones has irrumpido con fuerza, te has pronunciado en voz alta, firme… engalonado con porte, presencia, ACTITUD… te hemos visto tomar las riendas primero, para luego atreverte con las decisiones.
Mañana, cuando mires atrás… ojalá seamos solo un vago recuerdo… no nos visites, no te despidas… pasa de vez en cuando a infundir ánimos en hombros ajenos… pero NUNCA vuelvas con ganas/ánimos de quedarte.
Con el paso del tiempo… te sorprenderás al descubrir que seguimos aquí.
No nacimos para morir, ni contigo, ni con tus triunfos. Nacimos para acompañar a quienes ansíen lo justo en años venideros…
… así es la dicha, escurridiza, pero ALCANZABLE!!!
¡GRACIAS 2014! 🙂