¡Hola a todos/as!
Me he adueñado del contenido de un post porque necesitaba contarles algo… Cuando hace año y medio comencé la aventura de este blog, aspiraba a llegar a la gente, sin establecerme retos. Pero dicen que a veces es bueno parar… y mirar atrás para saber exactamente dónde estamos. Nunca me he llevado por las estadísticas ni por los números, siempre me he guiado por mi intuición y por lo que me transmiten vuestras palabras a través de comentarios, correos elecrónicos…
Pero hoy, llámenlo curiosidad o azar, me dió por consultar las estadísticas del blog. Los números sólo reflejan cantidades, y como muchos/as profesionales de la rama social soy muy escéptica con las evaluaciones cuantitativas que no van asociadas a una evaluación cualitativa, pero… detrás de los números hay personas, eso si lo sé. Los términos utilizados en las estadísticas se escapan a mi dominio (supongo que deberé acudir a un/a experto/a en temas web) pero he retenido, o he querido retener, varias cifras correspondientes al último mes:
18.627 Visitas – 9.953 Usuarios/as
Les diré que siento. Miedo, temor… sin connotaciones negativas, es esa especie de angustia que te invade el cuerpo cuando sentimos que tenemos una responsabilidad. Aún recuerdo mi felicidad, por aquel entonces desmedida, cuando los primeros meses veía que alcanzada las 20 visitas diarias… y hoy…. rondamos las 800. Como conclusión, la responsabilidad es compartida… hemos hecho que este proyecto sea de todos/as, asumiendo esa inseguridad de la que hablaba antes… ¿y acaso la búsqueda de algo proporciona seguridad? Pues claro que no. Estamos continuamente corriendo un riesgo.
¿Y qué hacer con esta información, con estos números? Olvidarlos. Quiero sentarme hoy a escribir con la misma ilusión con la que empecé aquel 6 de octubre, y no pecar de la comodidad en la que se refugia el ser humano cuando cree que ha logrado algo. Olvidaré los números, incluso olvidaré a las personas que hay detrás de ellos, y me quedaré con las historias, las anécdotas, las vivencias de aquellos/as que han accedido a un empleo que anunciamos aquí o de aquellos/as otros/as que han crecido personal y/o profesionalmente gracias a la formación difundida en este blog. Y para ser sincera y humilde, no tengo constancia de que esto le haya sucedido a muchas personas, pero yo nunca soñé con que «enbuscade» se pudiera escribir como ahora: En mayúsculas. No diré nada más, porque entiendo que en este post no me basta con dar las GRACIAS. Para mi, para ustedes, para la ambición de todos/as no es suficiente. Siempre queda algo por hacer, por buscar…